Se acerca el fin de la vida comercial de la exitosa sexta generación del Corvette, y con el paso del tiempo se hacen cada vez más exigentes las normas en contra de los vehículos que reporten un alto nivel de consumo y emisiones, afectando directamente deportivos como este.
Para el 2016 las leyes en Estados Unidos, concretamente de la CAFE, se volverán más estrictas obligando a muchos fabricantes a investigar más profundamente o avanzar más rápido en tecnologías alternativas para tener vehículos más eficientes.
En el caso del Corvette, Tom Stephens, vicepresidente de desarrollo de producto de General Motors, le afirmó a Automotive News que no se descarta que la séptima generación del icónico deportivo pueda llevar tecnología que reduzca su consumo radicalmente.
Si la vida del Corvette llega a depender de ello, Stephens aseguró que pensarían seriamente en un sistema de propulsión híbrido para mover al próximo Corvette; en cuanto a los motores, declaran que no serán más pequeños.
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